PEQUEÑAS GRANDES ACCIONES POR UN MUNDO MEJOR

25 junio 2021

Gracias a la colaboración EMPRESA/FAMILIAS, más de 350 niños de Madagascar dispondrán de una biblioteca con 1.200 libros en francés, una de las lenguas cooficiales junto con el malgache.

 

Vicente Verdú, presidente de la Junta de AMPAS.

Una iniciativa que parte del AMPAS del Colegio Salesianos San Juan Bosco de Valencia, en la que la implicación del Apae del Liceo Francés de Valencia ha sido parte fundamental y de la empresa SUARDIAZ GROUP sin la cual hubiera sido casi imposible llevarla a término.

Y  todo nace desde el COMPROMISO de todos con una causa más que loable como el proyecto Willka. Un proyecto cuyo nombre responde a la construcción de una escuela en la aldea de Soavinarivo, Madagascar que ha sido una realidad gracias al esfuerzo de muchos colaboradores y con los fondos recaudados con el libro escrito por Carlos Gómez, profesor del Colegio Salesianos San Juan Bosco de Valencia y cuyo título es precisamente Willka.

Ante la necesidad transmitida por Carlos Gómez en Febrero de 2020 al AMPAS del Colegio Salesianos San Juan Bosco de Valencia de dotar a esta escuela con material escolar, porque montar una biblioteca de libros en francés allí era casi imposible, la maquinaria se puso en marcha.

El AMPAS de los Salesianos se puso en contacto con el APAE del Liceo Francés, hicieron suyo el proyecto y con la implicación de las familias consiguieron recoger los 1.200 libros que el día 27 de junio saldrán hacia Soavinarivo. Pero faltaba alguien experto en la logística a Madagascar que lo hiciera posible. El AMPAS de los Salesianos contactó con José Ignacio Sáez, Director en Valencia de SUARDIAZ GROUP, que desde el primer momento se implicó  junto con su compañía y ¡se ha conseguido! Ellos han organizado, gestionado y patrocinado el envío, comprometidos e ilusionados con el proyecto, que también han hecho suyo,  y que hará que en 40 días, en otra parte del mundo, más de 350 niños y niñas sin recursos dispongan de una gran biblioteca de libros de lectura para todas las edades. Algo que en esa aldea remota de Madagascar es un sueño que se hará realidad.

Una pequeña gran acción que contribuye a que el futuro de Madagascar y sus niños y niñas sea un poco mejor. El desarrollo de las naciones pobres depende en gran medida de la educación de sus niños y jóvenes, y que necesita de la solidaridad de familias y empresas de esta parte del mundo para conseguirlo

Un ejemplo este, de que la colaboración EMPRESA/FAMILIA puede conseguir cambiar, al menos, un parte de nuestro mundo, haciendo personas más formadas y felices.

GRACIAS A TODOS LOS QUE HAN COLABORADO EN ESTA PEQUEÑA/GRAN ACCIÓN.

P.D. Una persona de la junta de Ampas de los Salesianos vio la mano de Dios en esta acción con una reflexión que compartimos.

«A veces pasa que te das cuenta…

Hay una Aldea en Madagascar con una nueva escuela y muchas necesidades…son tantas, que conseguir algún libro en francés es para ellos una bendición.

Hay una persona que descuelga el teléfono y, con el descaro que sólo se explica cuando pides algo para otro que realmente necesita, pregunta en el Liceo Francés si les «sobra algún libro en buen estado»…

Se produce una respuesta abrumadora y, como si de panes y peces se tratara, todo fluye: 1200 maravillosos libros en perfecto estado y en francés caen en nuestras manos.

Una vez más, con la tranquilidad y la tenacidad del que pide para quien de verdad necesita, mi amigo descuelga el teléfono y recibe un «sí» por respuesta: Los libros serán enviados a África y la empresa logística asume los gastos del envío.

Y esta Aldea, con una escuela llena de niños que tienen tantas ganas de aprender como necesidades, se va a llenar de libros con los que podrán formarse y crecer.

A veces Dios necesita unas manos para poder actuar, a veces nos toca ser esas manos y a veces pasa que nos damos cuenta. Y te llenas de alegría.

Y es que hoy he descubierto en los logros de un amigo las manos de Dios.

Mi amigo Vicente ha conseguido hacer el mundo un poco mejor. Y desde que descolgó el teléfono para llamar al Liceo nos ha hecho parte de ese plan de Dios.

Él dice que cuando se hacen cosas, pasan cosas.

Y, mirad, es que yo…es que yo no puedo dejar de dar gracias».

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