PELO

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El programa desarrolla las habilidades metalingüísticas y los precursores del lenguaje escrito. Fue respuesta ante el aumento de alumnado con dificultades en la lectoescritura. Se basa en el lenguaje oral, motor principal del pensamiento y la comunicación, que son cimientos para el aprendizaje.

 

1. Justificación

Hace unos años se detectó un incremento de alumnado que tenía dificultades de acceso al proceso de lectoescritura. Esta situación conllevó a destinar en un primer momento numerosos recursos de apoyo educativo para poder dar respuesta a esta situación. Había niños y niñas que ya presentaban dificultades en la adquisición de la lectura y escritura en el último curso de Infantil, y que trasladaban a lo largo del primer ciclo de primaria.

Esto provocaba angustia en las familias ante la dificultad de aprendizaje de sus hijos e hijas, y un incremento de la ansiedad en los niños al comprobar que otros compañeros ya leían.

Esta presión se veía incrementada por las familias que querían que sus hijos e hijas terminasen la etapa de infantil con la lectura adquirida.

Tras un proceso de reflexión y formación a nivel de claustro, se determinó cambiar el método de acceso al proceso lectoescritor, respetando la edad madurativa de los alumnos y teniendo en cuenta los estudios de neurociencia. Se necesitaba un cambio metodológico en la forma de trabajar, respetando los ritmos de aprendizaje de cada niño y niña, y convirtiendo el acceso al proceso lectoescritor una experiencia positiva desde el juego y situaciones estimulantes.

2. Fundamentación Pedagógica

El lenguaje oral, motor principal del pensamiento y la comunicación, se erige como el cimiento sobre el cual se construyen la mayoría de los aprendizajes y el desarrollo integral del niño. Su estimulación temprana, sistemática y estructurada en Educación Infantil no solo enriquece la expresión y comprensión verbal, sino que también ejerce una influencia decisiva en el desarrollo cognitivo, emocional y social, siendo un prerrequisito indispensable para la futura adquisición de la lectoescritura.

Desde una perspectiva neuroeducativa, nuestro programa pone un énfasis especial en el desarrollo de las habilidades metalingüísticas y los precursores clave del lenguaje escrito. Nos centramos en:

  • Conciencia fonológica: La capacidad de percibir, identificar y manipular las unidades sonoras del lenguaje (palabras, sílabas, fonemas). Esta habilidad es crítica, ya que la investigación neurocientífica ha demostrado su correlación directa con la facilidad para aprender a leer, al facilitar la decodificación de los sonidos en letras y viceversa.
  • Principio alfabético: La comprensión de que existe una relación sistemática entre los grafemas (letras) y los fonemas (sonidos). Esta conexión es esencial para la conversión de lo escrito a lo oral y viceversa, activando redes neuronales específicas para el procesamiento visual y auditivo-lingüístico.
  • Velocidad de denominación (Rapid Automatized Naming – RAN): La habilidad para nombrar rápidamente una serie de estímulos visuales (objetos, colores, letras, números). Si bien no es estrictamente metalingüística, la neurociencia ha vinculado el RAN con la fluidez lectora, ya que refleja la eficiencia en el acceso a la información léxica y fonológica en la memoria a largo plazo.

Este enfoque integrador favorece la maduración y la interconexión de las rutas fonológicas y visuales en el cerebro, que son fundamentales en el proceso lector. Se busca una estimulación rica y variada que, a través de la plasticidad cerebral, optimice las conexiones neuronales implicadas en el lenguaje, respetando siempre los ritmos individuales de desarrollo, la diversidad del alumnado y promoviendo un ambiente de aprendizaje significativo y estimulante.

3. Objetivos Generales

El programa se ha diseñado con los siguientes objetivos generales, que guiarán nuestra práctica pedagógica:

  • Desarrollar y potenciar el lenguaje oral como herramienta fundamental de comunicación y base de todos los aprendizajes: Fomentar la expresión espontánea, la escucha activa y la comprensión de mensajes cada vez más complejos.
  • Estimular las habilidades fonológicas de forma progresiva y adaptada al nivel evolutivo de cada grupo y alumno: Asegurar que cada niño y niña desarrolle la conciencia de las unidades sonoras del lenguaje de acuerdo a su etapa madurativa, sentando bases sólidas para la lectoescritura.
  • Favorecer la conciencia metalingüística para facilitar la adquisición temprana y significativa de la lectura y la escritura: Ayudar a los niños a reflexionar sobre el lenguaje, sus componentes y sus reglas, preparándolos de manera consciente para el proceso alfabetizador.

Responder a las necesidades educativas individuales desde una mirada inclusiva y personalizada: Ofrecer oportunidades de aprendizaje equitativas, adaptando estrategias y recursos para que todos los alumnos alcancen su máximo potencial lingüístico.

4. Estructura del Programa por Niveles

El programa progresa en complejidad, siguiendo el desarrollo natural de las habilidades metalingüísticas:

3 Años: Conciencia Léxica

En esta etapa, el foco está en la palabra como unidad de significado, trabajando con frases sencillas y la manipulación de palabras completas. Las actividades buscan desarrollar la noción de que el lenguaje está compuesto por unidades discretas que pueden ser manipuladas.

4 Años: Conciencia Silábica

A esta edad, la atención se dirige a la sílaba, la unidad sonora más perceptiva después de la palabra. Las actividades implican la identificación y manipulación de sílabas, lo cual es un paso crucial hacia la conciencia fonémica.

5 Años: Conciencia Fonémica

En la etapa final de Educación Infantil, el enfoque se centra en el fonema, la unidad mínima de sonido que distingue significados. Esta habilidad es la más predictiva del éxito en la lectura y la escritura alfabética.

5. Actividades Complementarias Transversales

Estas actividades, integradas en la rutina diaria, refuerzan de manera lúdica el desarrollo del lenguaje y las habilidades metalingüísticas en todos los niveles:

  • Rimas y poesías: Fomentan la memoria auditiva, el ritmo, la musicalidad del lenguaje y la atención a los sonidos finales de las palabras, elementos clave de la conciencia fonológica. Además, enriquecen el vocabulario y la expresión estética.
  • Trabalenguas: Mejoran significativamente la articulación, la fluidez verbal y la velocidad de procesamiento fonológico. Su práctica desafiante estimula la coordinación de los órganos fonoarticuladores y la precisión lingüística.
  • Canciones y juegos verbales: Refuerzan la adquisición lúdica del vocabulario, la comprensión de estructuras gramaticales, la memoria de trabajo verbal y la discriminación auditiva. Estos recursos convierten el aprendizaje del lenguaje en una experiencia divertida y multisensorial.

Narración de cuentos y títeres: Estimulan la comprensión auditiva, la imaginación, la secuencia temporal y la capacidad narrativa. Fomentan la participación oral y la construcción de un mundo simbólico rico.

6. Atención a la Diversidad

El programa está diseñado con un firme compromiso con la inclusión, asegurando que cada niño, independientemente de sus características o necesidades, reciba la estimulación adecuada. Se adoptan estrategias flexibles y adaptadas:

  • Uso de materiales visuales y manipulativos: Imprescindibles para alumnado con diferentes estilos de aprendizaje o necesidades, ya que ofrecen apoyos concretos a las abstracciones del lenguaje.
  • Adaptación del ritmo y nivel de dificultad: Flexibilización de las actividades para ajustarse al desarrollo individual, ofreciendo andamiaje cuando sea necesario y desafíos apropiados.
  • Trabajo en pequeños grupos y atención individualizada: Permite una observación más cercana y una intervención pedagógica más precisa y personalizada, atendiendo a las dificultades específicas o a los ritmos de aprendizaje acelerados.
  • Coordinación con profesionales de orientación y especialistas (logopedas): Colaboración constante para el diseño de planes de apoyo individualizados, seguimiento de progresos y aplicación de estrategias específicas para alumnos con necesidades educativas especiales (NEE) o dificultades en el lenguaje.

Uso de la comunicación aumentativa y alternativa (CAA): Implementación de sistemas de apoyo como pictogramas o signos básicos si es necesario, para facilitar la comunicación y la participación de todo el alumnado.