Escalar es algo innato para los niños, desde muy pequeños disfrutan trepando casi cualquier cosa, incluso su propia cuna.
Ana Llopis.
Los más pequeños son una fuente inagotable de energía que necesita ser canalizada, y la escalada es una actividad perfecta para ello ya que combina diversión a la vez que muchos otros beneficios.
La escalada es un deporte que aporta muchas ventajas a nivel físico como psicológico, puesto que, al mismo tiempo que sirve para desarrollar músculos, articulaciones y destrezas físicas (coordinación, fuerza en brazos y piernas, sentido del equilibrio…), también sirve para mejorar la autoestima y enfrentarse a retos. Algunos de sus principales beneficios son:
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Sirve para desarrollar la psicomotricidad del niño.
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Mejora la agilidad y el equilibrio.
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Desarrolla la flexibilidad, la fuerza muscular en brazos y piernas y la resistencia.
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Mejora la confianza y la autoestima.
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Ayuda a superar retos.
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Permite combatir el nerviosismo y canalizar mejor la energía.
A nivel físico la escalada es una gran aliada de la psicomotricidad. Requiere de una muy buena coordinación así como de una sincronización ojo-mano, con ella se desarrollan las habilidades motoras gruesas (brazos y piernas) así como finas (dedos de manos y pies), necesarias para el aprendizaje de la lectoescritura llegado el momento. Tanto es así, que se está utilizando como terapia para diferentes trastornos como pueden ser la distrofia muscular, la parálisis cerebral o el autismo, ya que ayuda a sus participantes a mejorar su memoria motriz y a tener una visión más global de su esquema corporal.
En nuestro patio más alto de educación infantil hemos instalado una pared de escalada, cumpliéndose así nuestro sueño y permitiendo a nuestros niños escalar hacia las nubes. Teniendo en cuenta la distancia entre las presas así como su disposición podrán disfrutar de ella los niños de E.I. así como de los primeros cursos de E.P. dentro de su hora de psicomotricidad y educación física.