Redacción.
Desde todos los ambientes de esta casa salesiana, han acudido en los horarios indicados para realizar una ofrenda de flores y de alimentos para Cáritas (leche, aceite, galletas, cacao en polvo, atún, latas de tomate…). Muchas personas, solas o en familia, han querido tener un momento de silencio y oración ante la Mare de Déu y Sant Josep y han sido testigos de que la presencia del amor de Dios se manifiesta en aquellos pequeños actos que hacemos día a día por los demás; en estos momentos difíciles más que nunca.
Cáritas sigue necesitando todo el año productos de primera necesidad para el economato, con el fin de cubrir las necesidades de aquellas familias del barrio que precisan nuestra ayuda. Gracias a todos y todas por hacernos sentir diariamente que realmente «somos uno».